El precio del alquiler en Barcelona continúa en aumento sin rozar el límite. El coste medio roza los 900 euros mensuales en 2017, mientras que los ingresos no siguen la misma línea de crecimiento. A esta ecuación se suma los casi 30.000 locales comerciales que en Cataluña no se usan en los últimos años debido a la concentración de negocios en el centro y el auge del e-commerce.
La inmobiliaria Amat señala que hay 8.000 y 10.000 locales vacíos y solicita, junto a los comerciantes, que se destine una parte a vivienda social. Para que dichos locales comerciales puedan habitarse es necesario que cuenten con una cédula de habitabilidad. Sin ella, los inquilinos pueden ser desahuciados y quedar completamente desprotegidos.
Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelonan no niega la posibilidad de vivir en antiguos locales, siempre y cuando se cumpla la legalidad y no afecte al tejido comercial. Oficinas o locales de antiguos comercios que cuentan con las comodidades imprescindibles para vivir y a la mitad de precio que el coste medio de los inmuebles de la ciudad condal. Otro de los inconvenientes que acarrea alquilar este tipo de vivienda, es la complejidad que provoca a la hora de empadronarse. Al no poder realizar un contrato de alquiler de vivienda no se puede demostrar el derecho a un colegio o un ambulatorio en la propia zona.
