Más allá de lo ornamental que puede lucir un techo falso, la funcionalidad del mismo va a depender del diseño que se quiera lograr al momento de redecorar una habitación u oficina.
Sin embargo, lo controversial de este tema no sólo está en la selección de las aplicaciones y accesorios que se pueden instalar a un techo técnico, sino la variabilidad de materiales que es posible combinar para instalarlo como tal.
De hecho, se han descrito inclusive beneficios que sobrepasan lo estético, ya que pueden contribuir a controlar la acústica de una habitación, algunos ayudan a evitar incendios, así como otros permiten mantener una temperatura adecuada aislando el frío del exterior.
Según la composición de los materiales del techo falso, se destacan 3 clases que se usan popularmente en la actualidad:
-En primer lugar, el falso techo registrable metálico, en el cual se utilizan materiales como el aluminio que se caracteriza por ser liviano, ecológico, seguro y económico.
-En segunda posición, merece la pena mencionar el falso techo de madera que aunque no son muy comunes, encajan muy bien en cualquier ambiente.
-Y por último, el más sobresaliente de todos, el falso techo pladur, que combina cartón, yeso y escayola que unidos logran ser muy resistentes, de acabado limpio y fácil manipulación.
En vista de lo anterior, sin duda alguna la elección del tipo de techo técnico y los materiales irá de la mano de los gustos del usuario y el estilo que se desee adaptar al espacio a trabajar.
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