El Ayuntamiento de Madrid ha decidido prohibir la apertura de pisos turísticos durante un año en las calles del centro de la capital española. Esta moratoria incluye tanto las variaciones de uso de los alojamientos como la eliminación de concesiones de licencias y declaraciones de actividades hoteleras.
Uno de los objetivos de esta moratoria establecida es evitar que se establezcan más hospedajes de cualquier modalidad hasta que se consiga la tramitación definitiva del Plan Especial de Alojamientos Turísticos.
Una de las causas de esta prohibición es las conclusiones a las que ha llegado un estudio presentado recientemente a los responsables del consistorio, en el que se alerta textualmente de los peligros que implica la especialización comercial y turística del centro, sobre todo en relación a la degeneración de estructuras de negocios tradicionales y de la expulsión de determinados barrios de la población que tradicionalmente ha vivido en la ciudad.
Hay que tener en cuenta que las viviendas turísticas han aumentado a ritmo exponencial desde hace tres años, sobre todo a raíz de los alojamientos Airbnb, que han significado un aumento de miles de pisos en muy poco tiempo en alquiler turístico.
