Las grandes empresas han sido las primeras en darse cuenta de la importancia del ambiente de trabajado. La influencia directa con la productividad ha llevado a muchas compañías a poner medidas destinadas a mejorar el descanso de sus empleados.
El modelo de Sillicon Valley se basa en la creación de un ambiente más positivo y creativo para propiciar la fluidez de las ideas.
La flexibilidad de los horarios es una de las primeras pautas a implantar. No se trata de estar 8 horas frente a un ordenador, encasillado en una oficina. El empleado tiene plena libertad para moverse por unas instalaciones adaptadas a su medida.
La nueva empresa flexible no tiene nada que ver con la convencional. Dentro del centro de trabajo grandes marcas como Nike han incluido salas de juegos o habitaciones para hacer la siesta.
El motivo recae en una ecuación que se está convirtiendo en un referente. Más descanso y ocio, hace aumentar la productividad. La parte psicológica permite tener una mayor motivación y llegar al trabajo en plena forma.
Los proyectos y trabajos pendientes son cosa del pasado. Cuidar a los empleados significa unos índices de productividad que convierten a cualquier empresa en un engranaje perfecto.