La ciencia y la tecnología más actual se ponen a disposición de las principales marcas de materiales de construcción para aumentar las propiedades de estos elementos y mejorar la composición de nuestros edificios. La llamada nanotecnología es uno de los grandes avances, el cemento termocrómico y el hormigón autorreparable parecen sacados de una película de ciencia ficción pero son reales. Este cemento permite adaptar su temperatura y de este modo mejorar la eficiencia energética de la vivienda. Por otro lado el hormigón, dispone de una fórmula que le permite repararse a sí mismo.
La clave para conseguir avances en este ámbito es destinar recursos en I+D que nos permita recoger sus frutos en el futuro. Estas dos mejoras solo son algunos de los grandes éxitos de este sector que nos afecta a todos y nos puede ayudar a mejorar nuestra vida de un modo sorprendente. Se trata de conseguir un ahorro energético, pero también de aumentar la seguridad de los edificios que con el paso del tiempo pueden ver comprometidas sus propiedades. La demanda de nuevas materias primas es una realidad que va en aumento, invertimos en calidad y en seguridad.
