Bruselas ha aprobado la puesta en marcha de una tarjeta laboral profesional que permitirá a empresas y autónomos de ciertos sectores operar libremente en cualquier país comunitario.
Los sectores profesionales que se beneficiarán de esta e-card, actualmente tienen un volumen de negocio que supera los 2,5 billones de euros e incluyen empresas y autónomos relacionados con la construcción, la informática, la arquitectura, la ingeniera, la limpieza y la gestión de viajes.
La tarjeta estará disponible para trabajos temporales y para la apertura de agencias y filiales en países de la Unión Europea y reducirá considerablemente los trámites burocráticos que, según Bruselas, en la actualidad tienen un coste aproximado de 10.000 euros por permiso y país.
La solicitud deberá realizarse en el país de residencia y se hará por Internet. Las autoridades nacionales la verificarán y después enviarán toda la información al país donde se desea prestar los servicios, siendo el país de destino el que decida si acepta la petición o la deniega. Una vez se haya conseguido la e-card, su vigencia será indefinida salvo que se detecten irregularidades.
La Comisión Europea asegura que la tarjeta reducirá los costes a la mitad e incluirá información como el NIF o CIF, el número de IVA o de Seguridad Social y certificados sobre los servicios prestados.