Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud no es solo la ausencia de enfermedades, sino como un estado integral de bienestar físico, mental y social.
En el entorno laboral, la salud equivale también a la buena comunicación, respeto, conciliación, ambientes que motiven y que los empleados se sientan escuchados y valorados.
Y aunque en un primer momento asociemos la salud laboral al bienestar físico y a adaptar espacios en los que el empleado se sienta agusto, el aspecto psíquico y emocional juegan un papel preferente.
Invertir en saludo laboral tiene múltiples beneficios, entre los que se encuentran los económicos pero también los personales; una empresa donde el clima laboral sea el correcto, podrá retener mejor a sus empleados y atraerá el interés de los trabajadores más capaces. Así un empleado podrá llegar a cotas más altas de creatividad y productividad.
En un estudio realizado recientemente, se advirtió que dos tercios de las personas que dejan su trabajo voluntariamente fue por causas directas de un mal clima de trabajo: trato injusto de sus superiores o no sentirse escuchado ni valorado.
Por todo ello, apostar por una correcta salud laboral en su empresa es una apuesta ganadora a corto, medio y largo plazo.
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