La comisaria madrileña situada en el intercambiador de la Puerta del Sol se ha visto obligada a cerrar por mala ventilación durante unos días. Este enclave situado en la confluencia de tres líneas del metro y dos cercanías, por donde circulan cada día miles de pasajeros no ha podido hacer frente a las altas temperaturas que se veían obligados a soportar.
La normativa les obligaba a mantener abierto un conducto de ventilación entre las oficinas y el exterior, pero este sistema para poder ser eficiente tenía que depender de un sistema de refrigeración. Los conflictos sobre quien debería ser el responsable del acondicionamiento del local, la misma RENFE o el organismo público han llevado a no disponer de este sistema.
De esta forma los casi 100 funcionarios que trabajaban en esta oficina se veían obligados a soportar temperaturas extremas. Finalmente, la jefatura superior de policía ha decidió no exponer más a sus policías a estas condiciones.
Por falta de trámites necesarios, los usuarios de esta comisaria cambiarán de ubicación y los trámites que en ella se generaban serán repartidos en el resto de oficinas. Una perdida menor por un incorrecto sistema de ventilación.