Plantas nucleares, centrales eléctricas… Las infraestructuras energéticas están marcadas en la lista de ciberdelicuentes y hackers.
Mediante el envío de emails maliciosos con archivos adjuntos, haciéndose pasar por emails del sistema informáctico, piden las credenciales a los trabajadores.
Una vez obtenidos dichos datos, estos delincuentes de internet acceden a la red interna de la infraestructura e instalan virus con los crean las llamadas “puertas traseras”, pudiendo acceder más tarde y tomar el control de sectores sensibles de la misma.
Se cree que el apagón de Ucrania hace unos meses, que afectó a una amplia región, puede ser obra de un ataque informático exterior. Incluso algunas fuentes indican que el gobierno de Rusia podría estar detrás de este ataque.
Y es que un ataque a gran escala podría generar un caos sin precedentes, afectando al suministro de agua, electricidad y de productos de primera necesidad.