El 22% de los españoles, según un estudio publicado por Eurostat, vive de alquiler en estos momentos. Sin embargo, esta cifra es aún mayor en las grandes capitales y, sobre todo, en Madrid y en Barcelona. Esta tendencia al alza está propiciando una rápida subida de los precios, lo cual está dificultando el acceso a la vivienda en esta modalidad para aquellos que tampoco pueden enfrentarse a la compra de una casa.
Un reciente estudio de Idealista reflejaba que, en 2013 y 2014, los usuarios podían encontrar una casa de alquiler en Madrid con relativa facilidad por un precio que oscilase entre los 300 y los 500 euros ya que más del 10% de la oferta existente se encontraban en ese rango de precios. Sin embargo, en 2016, esa franja se ha reducido al 3,8%. Peor aún es el caso de Barcelona, ciudad en la que se ha reducido de un 8% a un 1,4%.
Ninguno de estos dos estudios pueden reflejar los alquileres que se realizan al margen de la legalidad. Pero, al margen de ello, resulta evidente que la crisis económica acontecida en años pasados ha tenido una influencia grande sobre el incremento de los precios del alquiler al ser una opción socorrida para los que no querían o no podían adquirir una vivienda, sobre todo en Barcelona.
El precio de los alquileres ha subido tanto que, por ejemplo, en la Ciudad Condal, hoy en día, el 36,5% de las ofertas que se publican superan los 1500 euros mensuales.
